LA DECIMOTERCERA PALABRA

En el nombre de Allah, el Misericordioso, el Compasivo


{Y hacemos descender del Corán lo que es una cura y una misericordia para los creyentes} (Sura del Viaje Nocturno, 82) 

{Y no le hemos enseñado la poesía ni es procedente para él…} (Sura de Yasin, 69)


Si quieres comparar entre el resultado de las sabidurías de los saberes filosóficos y el Noble Corán y las lecciones de sus enseñanzas y los grados de su conocimiento, medita sobre las siguientes palabras:


En verdad el Corán, de inimitable elocuencia, desgarra con sus aclaraciones decisivas el velo de la costumbre y lo familiar sobre las cosas existentes del universo, llamadas con el nombre de las cosas comunes y que son las cosas extraordinarias y los prodigios del poder divino y abre para el dotado de conciencia esas verdades asombrosas y atrae la mirada de su consideración hacia ellas y abre para los intelectos un almacén inagotable de conocimientos.


Por lo que se refiere a la sabiduría de la filosofía esconde todos los prodigios del poder divino y los cubre bajo el velo de la costumbre y la afinidad que se arroja sobre todas las cosas existentes del universo y que no se mencionan sino como normales, usuales, a pesar de que son milagros de un poder extraordinario y sus grandes prodigios. Y el Corán, al romper ese velo, pone al descubierto verdades asombrosas para los dotados de conciencia y hace volver sus miradas a las lecciones profundas, para la consideración y admonición, que encierran, abriendo un tesoro inagotable de conocimientos ante los intelectos. En cuanto a la sabiduría de la filosofía, esconde todos los prodigios del poder divino y los cubre bajo el velo de lo usual y la costumbre y los pasa por alto sin prestar atención, e incluso los pasa por alto con indiferencia, y no expone ante las miradas de los dotados de conciencia excepto unos ejemplares excepcionales y anómalos que se salen del orden de la constitución natural y se caen de la perfección del estado natural sano, pretendiendo que son muestras de una sabiduría dotada de enseñanza.



Así pues, por ejemplo, afirma que la constitución del ser humano, que es el milagro más absoluto del poder divino, es algo normal y la mira sin atención, mientras que dirige las miradas a ese hombre contrahecho que es anómalo con respecto a una constitución perfecta, como que tenga tres piernas o dos cabezas por ejemplo y provoca a su alrededor la mirada de la enseñanza y el asombro.


Y por ejemplo la subsistencia de todos los niños desde el almacén del No-visto de una manera totalmente ordenada que representa el más sutil de los milagros de Su misericordia, sea ensalzado, y la más general en la existencia, es contemplada por la sabiduría de la filosofía como algo habitual y normal y la cubre con el velo de la incredulidad, mientras que hace volver las miradas a la subsistencia de una lombriz bajo el agua con una hoja verde, una lombriz anómala con respecto al orden y separada de su especie y se convierte en única en la extrañeza y quiere hacer llorar a todos los pescadores por la sutileza y nobleza que se manifiestan de ello.*(*[NOTA-1][ Un suceso similar sucedió tal cual en América. El autor.])


Contempla pues, a la luz de estos ejemplos, la enorme riqueza del Corán en el sentido del saber y la sabiduría, y el conocimiento divino, y la miseria y pobreza de la filosofía en el sentido de saber, la enseñanza y el conocimiento del Hacedor Sublime, y aprende una lección.


Y por este secreto, el Sabio Corán reúne verdades elevadas y brillantes sin fin, y está libre de las imaginaciones de la poesía. En efecto: En verdad el Corán de prodigiosa elocuencia posee en el grado de lo inimitable, una perfección de estructura y orden y explica lo que hay en el libro del universo en cuanto a las ordenaciones de la hechura divina con sus estilos ordenados, a pesar de no ser poesía con métrica.


Y para ello hay otra causa también que es que cada aleya de entre las estrellas de sus aleyas no está sujeta al sistema de la métrica y por ello se convierte en una especie de centro para la mayoría de las aleyas y su hermana puesto que los hilos de la conexión entre las aleyas ligadas en el significado representan un círculo amplio.Es como si cada aleya libre, no restringida al sistema de la métrica, poseyera ojos que ven la mayoría de las aleyas y caras dirigidas a ellas. De manera que hay en el Corán miles de Coranes y ofrece a cada dotado de una tendencia uno de ellos; al igual que ha sido explicado en la Palabra Veinticinco que hay en la sura al-Ijlás un tesoro del conocimiento de la Unicidad Divina compuesto de seis frases, cada una de las cuales posee alas y cuyo contenido es en la medida de treinta y seis suras de la sura al-Ijlás… En efecto, al igual que cada estrella no entra bajo atadura en el sentido del orden de las estrellas en el cielo que carecen de orden aparentemente y cada una de ellas en cuanto que una especie de centro de la mayor parte de las estrellas extiende a cada estrella en su órbita una a una, líneas de conexión en cuanto que son indicaciones de una relación oculta entre las cosas existentes. De manera que es como si cada estrella tuviera ojos que miraran y caras dirigidas a todas las estrellas, como la estrella de la aleya…


Así pues, contempla el orden perfecto dentro de la falta de orden y extrae enseñanza y conoce uno de los secretos de


{Y no le hemos enseñado la poesía} (Sura de Yasin, 69).


Y comprende también el secreto de la aleya وَمَا يَنْبَغِى لَهُ {Y no procede para él}. De lo que se deduce que parte del asunto de la poesía es que pretende adornar pequeñas verdades pequeñas e insustanciales con grandes y brillantes imaginaciones, y convertirlas en objeto de admiración. Mientras que las verdades del Corán son tan grandes, elevadas y brillantes que incluso las imaginaciones más grandes y más brillantes, al lado de ellas, se quedan pequeñas e insustanciales al máximo. Pues en verdad verdades como, por ejemplo:{El día que enrollemos el cielo como un pergamino para escribir.} (Sura de los Profetas, 104) y {La noche cubre al día que lo busca rauda.} (Sura de las Alturas de Reconocimiento, 54) y {No será sino un solo grito y he ahí que ellos todos comparecerán ante Nos} (Sura Yasin, 53), dentro de sus verdades que no tienen límite, dan testimonio de esto.


Así pues, si quieres ver y saborear cómo cada aleya del Corán, dispersa las tinieblas de la incredulidad por medio de propagar la luz del prodigio y de la guía, como una estrella rutilante, imagínate a ti mismo en aquella época de Ỹahiliyyah (la ignorancia anterior al Islam) y en aquel desierto de beduinos donde todo estaba cubierto con el velo de la apatía y la naturaleza bajo la oscuridad de la ignorancia y la inadvertencia y escucha de repente desde la lengua elevada del Corán, aleyas como:


يُسَبِّحُ لِلّٰهِ مَا فِى السَّمٰوَاتِ وَمَا فِى اْلاَرْضِ الْمَلِكِ الْقُدُّوسِ الْعَزِيزِ الْحَكِيمِ {A Allah glorifica lo que hay en los cielos y en la Tierra, el Rey, el Purísimo, el Insuperable, el Sabio.}(Sura del Viernes, 1).


Y mira esos seres existentes muertos o dormidos de entre los seres existentes del mundo, cómo viven y despiertan en las mentes de los que escuchan por medio del eco de يُسَبِّحُ {Glorifica} y se levanta y recuerda. Y que esas estrellas que son ascuas inertes en la superficie oscura del cielo y las criaturas bajas en la Tierra se exhiben a sí mismas con el grito: تُسَبِّحُ لَهُ السَّمٰوَاتُ السَّبْعُ وَاْلاَرْضُ {Le glorifican los siete cielos y la Tierra}(Sura del Viaje Nocturno, 44) a la vista de los que escuchan como si la superficie del cielo fuera una boca y todas las estrellas palabras que indican la sabiduría y luces que guían a la verdad, y la Tierra una cabeza y la tierra firme y el mar dos lenguas, y todos los animales y plantas palabras propagadoras de la glorificación. Y en caso contrario, no podrán ver las sutilezas del saboreo mencionado en relación a esta época y a aquella.


En efecto, si miras de un modo que adoptó el color del día por medio del sol del Corán que propaga su luz desde aquel tiempo, y se ha convertido con el paso del tiempo en algo equivalente a los conocimientos universalmente reconocidos, y brilla con las demás luces del Islam; o si miras con un velo superficial y simple procedente de la familiaridad, entonces no verás como es debido lo que cada aleya disipa de los distintos tipos de oscuridad, entre un agua de ẓamẓam dulce del prodigio, y no saborearás este tipo de su prodigio entre muchos de los tipos de su prodigio.


Y si quieres mirar uno de los grados más elevados del prodigio del Corán de prodigiosa elocuencia, mira con el anteojo del siguiente ejemplo:


Y ello por medio de que imaginemos un árbol extraño y alto al máximo, asombroso y disperso al máximo. Y ese árbol se ha ocultado tras un velo de lo oculto y escondido en un nivel de ocultación. Y es sabido que es necesario que haya una relación, una armonía y un equilibrio entre todos los miembros de un árbol, tales como sus ramas, frutos, hojas y flores, al igual que los miembros del ser humano. Y que cada una de sus partes adopta una forma y se le da una imagen según la naturaleza de ese árbol. Y si alguien aborda el estudio de ese árbol que nunca ha sido visto y no ha sido visto aún y traza sobre su velo unos dibujos y traza unos límites en correspondencia a cada uno de sus miembros y dibuja una imagen con proporción desde la rama al fruto y desde el fruto a la hoja y llena lo que hay entre el principio y el final, que están alejados sin fin, con dibujos apropiados que muestran la fuente de las formas de sus miembros y sus figuras, de manera que no quede ninguna duda en absoluto de que ese dibujante ve ese árbol oculto y lo abarca con su mirada familiar con lo oculto y luego lo dibuja.


Del mismo modo, las aclaraciones del Corán de elocuencia inimitable, discriminadoras e investigadoras de la realidad de las cosas potenciales, que son el árbol de la creación que se extiende desde el comienzo de este mundo hasta el fin del Otro, y se propaga desde la Tierra hasta el Trono Divino y desde el átomo hasta el sol, han preservado el equilibrio le han dado a cada miembro y fruto una forma apropiada para él hasta el punto de que todos los que indagan la verdad de las cosas han dicho al concluir sus verificaciones sobre la representación del Corán: ¡Sea lo que Allah quiera, bendito sea Allah, pues en verdad tú, oh sabio Corán, tú eres el que ha abierto y ha descubierto el enigma del universo y el misterio de la creación.


وَ لِلّٰهِ الْمَثَلُ اْلاَعْلَى Representemos pues los nombres y atributos divinos, y los asuntos y actos del señorío divino equivalentes a un árbol de Tuba de luz, y a Allah pertenece el ejemplo más alto y no hay discusión en la semejanza, el círculo de la grandeza de ese árbol luminoso se extiende y va desde el tiempo anterior al tiempo hasta la eternidad, y los límites de cuya inmensidad se propagan en el espacio absoluto sin fin y lo abarca, y los límites de sus procedimientos se extienden desde:يَحُولُ بَيْنَ الْمَرْءِ وَقَلْبِهِ ٭ فَالِقُ الْحَبِّ وَالنَّوَى ٭ هُوَ الَّذِى يُصَوِّرُكُمْ فِى اْلاَرْحَامِ كَيْفَ يَشَاءُ { Se interpone entre el hombre y su corazón} y {El que hiende la semilla y el hueso} y {Él es Aquel que os da forma en las matrices como quiere} hasta los límites de

 وَالسَّمٰوَاتُ مَطْوِيَّاتٌ بِيَمِينِهِ ٭ خَلَقَ السَّمٰوَاتِ وَاْلاَرْضَ فِى سِتَّةِ اَيَّامٍ ٭ وَ سَخَّرَ الشَّمْسَ وَالْقَمَرَ 

{Y los cielos plegados en Su mano derecha} y {Creó los cielos y la Tierra en seis días} y {Ha sometido al sol y a la luna}.De manera que el sabio Corán ha explicado esa realidad luminosa con todas sus ramas y tallos y con todos sus extremos y frutos, y ha explicado las realidades de los Nombres y Atributos, y lo asuntos y los actos esos, con armonía y de una manera adecuada y proporcional, sin contradecirse unos con otros ni estropear unos la validez de otros ni extrañarse unos de otros, ya que todos aquellos que han indagado y descubierto la realidad de las cosas, y todos los que han deambulado por el círculo del mundo invisible, dentro de la gente de la gnosis y la sabiduría, han dicho:¡Gloria a Allah! frente a esas explicaciones discernidoras y las han confirmado diciendo: ¡Qué perfectas en certeza y correspondencia y qué adornadas en belleza e idoneidad!


Así, por ejemplo, si tomamos los seis pilares de la fe, que se dirigen a todo el círculo de las cosas existentes distintas y al círculo de la necesidad divina que se cuentan como una rama simple de aquellos dos árboles grandiosos, los representa el Noble Corán con todos sus tallos, ramas, frutos y flores observando en su representación una armonía maravillosa entre sus frutos y flores, y dando a conocer los modelos de la simetría en el extremo del equilibrio y la armonía ya que hace que el intelecto del ser humano sea incapaz de percibir su dimensión y quede pasmado ante la hermosura de su belleza.


Luego el Islam, que es una de las ramas del tallo de la Fe, trajo la novedad del Noble Corán y trajo la maravilla asombrosa en la representación de la más delicada de las ramas de sus cinco pilares y preservó la belleza de la simetría y la perfección del equilibrio entre ellos, e incluso preservó la simetría entre la más simple de sus cortesías y el límite de sus fines y la más profunda de sus sabidurías y el más pequeño de sus provechos y frutos.Y la prueba más deslumbrante de ello es el perfecto orden de la Ley revelada grandiosa surgida de los textos de ese Corán que todo lo abarca y de sus indicaciones y símbolos. De manera que la perfección del orden de esta Ley Revelada sublime y la belleza de su equilibrio sutil y la hermosura de la simetría de sus normas y juicios, cada uno de los cuales es un testigo justo irrefutable y una prueba categórica evidente a la que no se le acerca la duda jamás sobre la prioridad del


Noble Corán con el significado de que las explicaciones coránicas no es posible que se apoyen en un conocimiento parcial de un ser humano, y especialmente en un ser humano iletrado. Sino que necesariamente se han de apoyar en un conocimiento amplio, que abarca todas las cosas y ve todas las cosas a la vez. Y esta es la palabra de la esencia de Allah, el Sublime, el que ve lo anterior al tiempo y lo eterno a la vez y el Testigo de todas las realidades en un solo instante.


Y de entre lo que indica esta realidad está la noble aleya:اَلْحَمْدُ لِلّٰهِ الَّذِى اَنْزَلَ عَلَى عَبْدِهِ الْكِتَابَ وَلَمْ يَجْعَلْ لَهُ عِوَجًا {La alabanza a Allah que hizo descender sobre Su siervo el Libro y no puso en él nada torcido.} (Sura de la Caverna, 1)


¡Oh, Allah! ¡Tú que has hecho descender el Corán! Por lo que le es debido al Corán y por lo que le es debido a aquel a quien le has hecho descender el Corán, ilumina nuestros corazones y nuestras tumbas con la luz de la Fe y del Corán. Amén. ¡Oh Tú en Quien buscar ayuda!




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